56 Niñas Gritan / 56 Girls Scream

56 Niñas Gritan / 56 Girls Scream

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56 niñas gritaron basta ya en el supuesto Hogar Seguro del gobierno guatemalteco. Basta ya fue el grito contra la deshonra de los que debían cuidarlas y, sin embargo, con ellas traficaban. 56 gritaron, ya abran la cárcel que juega con nuestros cuerpos de niñas. Encendieron en llamas sus catres, exigían liberación. Los que en las noches las sacaban a las calles y traficaban con ellas, cerraron los candados. Ese día, el 8 de marzo del 2017, 41 de las 56 murieron calcinadas. A un año de ese doble crimen de estado contra la niñez, el Concejo Ecuménico Cristiano de Guatemala lanzó la campaña el grito de las 56, una rodante exposición concienciadora de las violaciones a la niñez.

Heidy, la coordinadora de la pastoral de mujeres del Concejo Ecuménico dice, como mujeres, madres y ciudadanas estamos indignadas y dolidas de ver que degraden los cuerpos de las mujeres como instrumentos de uso, y que sean siempre los pobres, los nadie, los más vulnerables los afectados. 

Cuando montamos la exposición en la Catedral Episcopal Santiago Apóstol, me llegó y compartí esta palabra:

GRITAN 56

Una niña violada, 
un grito que desgarra 
Una niña asesinada, 
Un pueblo que se levanta.

No una,
56
Cincuenta y seis nombres
41 muertas
Calcinadas
15 vivas
56 deshonradas.

Candados a la honra
Calles al deshonor

56 gritan
Como tú en la cruz:
desamparo.
Como tú en la vida: 

justicia

Como tú levantado 
exigen
aten la bestia
violadora
traficante,
amárrenla
arrójenla
encarcélenla.
Venga tu reino,
humano
que dignifica
nutre
libera.

A ti, el destazado en la cruz,
no te olvidamos.
A ustedes, las 41 asesinadas en el Hogar Seguro
el 8 de marzo 2017,
no las olvidamos.
A ustedes, las 15 sobrevivientes
de aquella masacre,
honramos,
en la memoria de su dolor,
nos levantamos.
En la memoria de su grito en llamas,
exigimos justicia,
en su memoria,
exigimos justicia,
a eso vinimos,
a pedirles
que juntos
exijamos justicia.

ricardo2.JPGPrediqué en el quinceañero de Cynthia, una de las sobrevivientes. Ese día escuché de las mismas niñas y de sus familiares, su dolor. Una familia me contó que llevaron a su hija a ese hogar para protegerla de un pandillero que quería hacerla su mujer; y me dolió. Y me duele que los grupos pro-vida no defiendan la vida de las niñas contra los abusos de poder y que no condenen a los ofensores. Y me acordé de Agar que fue ultrajada y humillada en la casa del patriarca, pero Dios la oyó, y la bendijo.

Estas 56 niñas, las vivas y las muertas, demandan nuestro compromiso, exigen que, como Agar, madre de los árabes (Gn. 16:1-16), seamos puentes a la vida digna, a la justicia, a la paz de los ultrajados de hoy. 

 


56 girls cried out enough already in the so-called Safe Home of the Guatemalan government. “Enough already” was the cry against the dishonor of those who were obligated to take care of them and instead were trafficking with them. 56 shouted, open the prison that plays with our girl bodies. They lit their cots on fire, demanded to be released. Those who at night took them out to the streets and trafficked them, closed the padlocks. That day, on March 8, 2017, 41 of the 56 burned to death. One year after that double crime of state against children, the Ecumenical Christian Council of Guatemala launched the campaign called the 56 yell out, a rolling exhibition that raises awareness of childhood violations.

Heidy, the coordinator of the women’s ministry of the Ecumenical Council says, as women, mothers and citizens we are outraged and hurt to see that they degrade the bodies of women as instruments, and that those most affected are always the poor, the nobodies, the vulnerable.

When we set up the exhibition at the Santiago Apostol Episcopal Cathedral, these words came to me, which I shared with my Guatemalan episcopal brothers and sisters:

DSC_4266.jpg56 SHOUT
A girl raped,
a scream that tears us up
A murdered girl,
A people who get up.

Not one,
56
Fifty-six names
41 dead
scorched
15 alive
56 disgraced.

Padlocks to honor
Streets to dishonor

56 call out
Like you on the cross:
abandonment.
Like you in life:
Justice
Like you raised
they demand
tie the beast
violator
trafficker,
tie it
throw it
imprison it.
Your kingdom come,
a humane one
that dignifies
nourishes
frees

To you, the one cut off from the cross,
we have not forgotten you.
To you, the 41 murdered in the Safe Home
on March 8, 2017,
we do not forget you
To you, the 15 survivors
of that massacre,
we honor,
in the memory of your pain,
we got up.
in the memory of your burning scream,
we demand justice,
in your memory,
we demand justice,
that’s what we came for,
to ask
that together
let’s demand justice.

ricardo2.JPGI preached at the sweet-fifteen birthday celebration of Cynthia, one of the survivors. That day, I heard from the girls and their families their pain. A family told me that they took their daughter to that home to protect her from a gang member who wanted to make her his woman; and it hurt me. And it hurts me that the pro-life groups do not defend the life of girls against abuses of power and that they do not condemn the offenders. And I remembered Hagar who was insulted and humiliated in the house of the patriarch, but God heard her, and blessed her.

These 56 girls, the living ones and the dead ones, demand our commitment, call us as Hagar, mother of the Arabs (Gen. 16: 1-16), to be bridges for dignity, justice, and peace of today’s wounded people.

 

Ricardo Mayol serves with the Ecumenical Christian Council of Guatemala (CECG). His appointment is made possible by your gifts to Disciples Mission Fund, Our Church’s Wider Mission, WOC, OGHS, and yo

ur special gifts.