Mayo 2018: Ministerio de esperanza y sanidad

Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús. Romanos 15:5

La guerra reclama muchas víctimas de muchas maneras y mucho después de que se firmen los acuerdos de paz. Una guerra civil, peleada por el pueblo tamil de Sri Lanka a fines del siglo XX y que se estableció en el siglo XXI, comenzó con la esperanza de establecer un estado independiente tamil en la isla de Ceilán/Sri Lanka. Cuando la lucha se detuvo, la ira no lo hizo.

El resentimiento de cada lado hacia el otro permanece. Las familias que perdieron a sus maridos y padres, dejando atrás familias encabezadas por mujeres para luchar en la cultura de Sri Lanka dominada por los hombres, sienten los mayores efectos de la guerra.

Sutha es una viuda de guerra que trabajó con el clero la Iglesia de la Misión Americana de Ceylon (CACM por su nombre en inglés) en su área para comenzar grupos de autoayuda para ayudar a las viudas y sus familias a enfrentar las amenazas de desnutrición, violencia doméstica, abuso de drogas, violencia sexual, prestamistas deshonestos y las formas aceptables limitadas para que las mujeres ganaran dinero para mantener a sus familias. Los grupos de autoayuda demostraron su eficacia y nació la Misión Wanni, que continúa ayudando a las mujeres a enfrentar los desafíos que a veces les aguardan en sus propias comunidades.

A pesar de muchos obstáculos, la Misión Wanni ha crecido para atender un número cada vez mayor de necesidades. El éxito del programa atrae a grupos para unirse a la Misión Wanni y hacer crecer tanto el número de familias como el alcance de las actividades ofrecidas.

Sutha es una estudiante de seminario en un programa para permitir que las mujeres se preparen para el liderazgo ordenado o laico en MCCA. Para Sutha, la ordenación será el reconocimiento oficial de algo que ha sido cierto durante mucho tiempo; Sutha ya es una ministro.

Andy Jepson sirvió como voluntario a largo plazo con la Iglesia de la Misión Americana de Ceylon. Su designación fue posible gracias a sus donativos al Fondo de Misión de los Discípulos, a nuestra misión en pleno de la iglesia y a sus ofrendas especiales.