Febrero 2018: Ven, tenemos trabajo que hacer
Por tanto, no tengan miedo, pues yo soy su Dios y estoy con ustedes. Mi mano victoriosa les dará fuerza y ayuda; mi mano victoriosa siempre les dará su apoyo. Isaías 41:10
¡Feliz año nuevo! El día del Año Nuevo Lunar, también conocido como Año Nuevo o Seollal coreano, marca el primer día del calendario lunar coreano. Este año, el año del perro, la fiesta se celebrará a mediados del mes de febrero. Las empresas y oficinas están cerradas y los trenes subterráneos y las calles están menos llenos. Mientras muchos coreanos viajan para visitar a familiares y amigos, los miembros de la comunidad filipina se reúnen para celebrar el aniversario de KASAMMAKO (La Unidad de la Asociación Filipina de Trabajadores Migrantes en Corea).
El año pasado, el programa de aniversario se abrió con una canción de alabanza. Mientras alzamos nuestras voces, los trabajadores migrantes filipinos presentaron artículos que representaban las alegrías y las luchas de vivir y trabajar en Corea. Un par de guantes, un rollo de cinta, tela y toallas simbolizaban el trabajo, el sudor y las lágrimas que se derramaban cada día en las fábricas de Corea.
En los últimos 40 años, muchos filipinos han viajado a otros países en busca de empleo como resultado de la escasez de oportunidades de empleo en Filipinas. Muchos son profesionales: enfermeras, maestros, contadores públicos, ingenieros, técnicos de Tecnología de Información y administradores de hoteles y restaurantes. Sin embargo, a la mayoría no se les permite trabajar en su campo. Al igual que la mayoría de los trabajadores inmigrantes, son relegados al trabajo que nadie quiere: empleos peligrosos, sucios, humillantes y difíciles. Terminan trabajando como ayudantes domésticos o en fábricas, víctimas de violaciones laborales, civiles y de derechos humanos.
Las organizaciones filipinas de migrantes como KASAMMAKO luchan por los derechos de los trabajadores migrantes y los asisten en la presentación de quejas, enfrentar problemas, combatir el abuso en el lugar de trabajo y problemas legales. Hoy en día, muchas personas se solidarizan con los trabajadores migrantes y sus defensores en la lucha por la justicia. Todos debemos arremangarnos y luchar más, hablar más fuerte y clamar al Señor con más seriedad. “En nuestros sueños, Dios susurra promesa y esperanza. En las horas de vigilia, Dios nos llama diciendo ‘Ven, tenemos trabajo que hacer’.” Del 19 Aniversario de KASAMMAKO.
Kahala Cannon sirvió con la Iglesia Presbiteriana en la República de Corea (PROK). Su designación fue posible gracias a sus donativos al Fondo de Misión Discípulos, a la misión en pleno de nuestra iglesia y a sus ofrendas especiales.