Septiembre 2013 en español
Corazones rotos, mentes que escuchan
“Por lo cual, teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos recibido, no desmayamos.” 2 Corintios 4: 1
Recientemente acompañé a un grupo de visitantes de la Iglesia Cristiana Mississippi Boulevard en Tennessee. De inmediato me pareció que eran un grupo brillante y cálido. Caminamos juntos durante toda la semana viendo testimonios, respirando, oliendo, sintiendo y tocando el aire, el espacio y las personas que nos rodeaban. Mientras caminábamos juntos en varias configuraciones, me vi a mí misma de una manera diferente que antes. Yo no era solamente una mujer que representa a la iglesia como un misionera de color, sino también como madre, como Maya, como miembro de un pueblo colonizado y una intérprete de la lengua y la cultura. Como ya he procesado la visita, veo lo que mis hermanos y hermanas querían decir cuando me decían: “Tienes una carga completa”. Pero lo más importante fue el amor que recibí de su visita. Mi papel es el de acompañar a las delegaciones de iglesias visitantes para que puedan abrir los ojos y que sus corazones sean impactados de tal manera que juntos podamos conocer la realidad social de un pueblo oprimido y colonizado. Y a partir de esa comprensión, también tenemos que aprender a hacer preguntas, como individuos y como iglesias, sobre si estamos siguiendo el ejemplo de amor, la justicia y la compasión de Jesús con y entre nuestros hermanos y hermanas en Cristo, en el extranjero y en casa. Una de las lecciones aprendidas, que impactó a todos los que estaban presentes fueron las palabras del pastor presbiteriano Osmundo quien dijo: “No estamos invirtiendo en la construcción de iglesias, sino en la construcción de las personas”. Fue un momento oportuno para escuchar esas palabras, ya que se produjo en un “punto de quiebre”, un punto en el que nuestros corazones necesitaban escucharlas para sentir y comprender. A pesar de todos mis sentimientos y mi “carga completa”, sé que es a través de este amor que yo también recibo. Eso me permitirá seguir siendo resistente a pesar del conflicto social y la represión continua en Guatemala.
“Dios de la justicia, que nos liberas de la tiranía de las falsas opciones, danos la sabiduría para integrar nuestros pensamientos, sentimientos y acciones para que podamos ser agentes integrados de transformación. Amén.” Dwight Lee Wolter
Gloria Vicente Canú está cumpliendo un término de tres años con el Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala, (CECG), como consultora para la comunicación, interpretación y proyectos de mujeres.