Diciembre 2010 en español
Regalos simples
Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con regocijo. Salmo 100:2
Cuando los dos nos dirigimos a China por primera vez en el 2006, entendíamos que probablemente sería por un año, posiblemente dos. A fin de cuentas, estuvimos viviendo y trabajando en China durante cuatro años y podemos decir con todo el corazón que fuimos profundamente bendecidos. Es nuestra esperanza que hayamos sido de bendición de igual forma.
Pasamos tres años como profesores visitantes en el Seminario Teológico Unido de Nanjing y luego, durante los últimos años, aceptamos una nueva asignación, ésta vez en la magnífica ciudad de en la Universidad de Shanghai en la YMCA. Nuestro trabajo en Shanghai tenía un aspecto que era muy diferente del trabajo en el Seminario de Nanjing pues la mayor parte de los estudiantes y la gente con quienes interactuábamos no eran cristianos o hasta eran ateos. En muchos casos, no era que ellos habían escogido estar “en contra” de la religión sino que no tenían religión alguna. Al entender esto, me vino a la mente un himno antiguo que le cantaba a los niños en Canadá. La segunda estrofa dice así:
Cuán amable fue nuestro Salvador cuando le dio la bienvenida a estos niños.
Pero muchos miles que nunca han escuchado su nombre.
La Biblia nunca la han leído. Y ellos no saben que el Salvador dijo:
Que los niños que sufren vengan a mi.
En Shanghai, estuvimos viviendo entre el pueblo y viéndoles como gente amable, Buena y dadivosa– pero sin religión alguna y muchos nunca habían escuchado sobre Jesús. No se nos permitía hacer prosélitos dado que el gobierno chino no lo permitía. Aún así, no había razón por la que no pudiéramos hablar sobre el cristianismo y, quizás aún más importante, tratar de modelar en la forma más simple y sincera posible la forma en que un cristiano se comporta. Era fácil amar y servir al pueblo chino pues siempre eran Buenos con nosotros. Esto nos hizo pausar para pensar sobre quiénes éramos y lo que necesitábamos hacer como cristianos en el mundo.
Oremos para que en la época de dar, recordemos la bendición de cada regalo individual de servicio y amor hacia otros.
Doreen y Michael McFarlane sirvieron como profesores visitantes en el Seminario Teológico Unido de Nanjing. Doreen enseñó hebreo y griego bíblico e interpretación bíblica mientras que Michael sirvió como director del coro y enseñó música sagrada occidental. Más tarde, en Shanghai como profesor visitante en el departamento de historia de la Universidad de Shanghai enseñando Cultura y Religión Americanas y Michael como director del coro y coordinador de conciertos del Nuevo recinto del Shanghai YMCA.